Historia de Into Space
Una puerta a un universo de conocimiento
Martina Figueroa, fundadora de la Academia Into Space, identificó varios desafíos al intentar estudiar sobre el Universo:
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Cursos con costos elevados.
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La falta de referentes femeninas en el ámbito astronómico.
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La concentración de la oferta educativa en zonas capitalinas.
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La predominancia de material e información en idiomas extranjeros.
Ante estas barreras, decidió crear la Academia Into Space, una plataforma dedicada al desarrollo personal y al autoconocimiento, utilizando la astronomía como una herramienta para conectar con el conocimiento y el entorno.

Martina Figueroa
CEO y Presidenta de la Academia Into Space
Martina cuenta con más de 7 certificados en torno a diversas ciencias, y disciplinas incluyendo un curso diplomado de astronomía por Edutin Academy.
Actualmente estudiante de Publicidad en la Universidad Central de Chile, desarrolla sus habilidades en comunicación para comunicar ciencias por medio de la Academia Into Space, aportando en la Fundación Encuentros del Futuro y en la Fundación Tremendas.


Conoce los mentores y docentes
Los mentores de la Academia Into Space, son profesionales con basta experiencia en diversas temáticas, las cuales desean vincular con la astronomía, física o ciencias afines. Apoyan los valores y los proyectos de la academia, mientras nosotros somos una plataforma para su desarrollo.

Mentora
Carla Hermann Avigliano
Física chilena especializada en óptica cuántica. Su trabajo se centra en el estudio de la interacción de la luz y la materia a nivel cuántico, con aplicaciones en tecnologías avanzadas como la computación cuántica. Ha contribuido a la investigación en sistemas ópticos y fotónicos.

Mentora
Javiera Rey Cerda
Astrónoma cuyo recorrido ha sido tan fascinante como su pasión por la divulgación científica. Con una formación sólida que abarca una licenciatura en Valparaíso, un magíster en astronomía e ingeniería espacial en Francia, y un doctorado en Suiza, Javiera ha recorrido un camino único que la ha llevado desde la investigación científica hasta el campo de la divulgación y la gestión de proyectos en el ámbito espacial.
Durante su carrera, ha trabajado en diversas áreas, desde la investigación de exoplanetas y planetas extrasolares hasta la analítica de datos en la industria de los videojuegos. Hoy en día, ocupa el cargo de Product Manager, donde maneja grandes volúmenes de datos relacionados con la monetización y el desarrollo de productos. Además, junto a sus colegas, lidera el proyecyo de divulgación Startres, que lleva más de doce años educando y motivando a nuevos interesados enm la astronomía, utilizando plataformas como Youtube, blogs y redes sociales.
A pesar de su agenda apretada, su compromiso con la academia es evidente, se ha convertido en una inspiración para los/as estudiantes que buscan seguir carreas en ciencias espaciales. Destaca la importancia de cultivar la curiosidad y el pensamiento crítico, no solo en astronomía, sino en todas las áreas del conocimiento.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue su contribución al descubrimiento de un sistema planetario en el que se encontraron planetas similares a Júpiter cerca de su estrella, un hallazgo que publicó en una revista científica de renombre. Este logro, junto con la oportunidad de trabajar junto a grandes figuras de la ciencia, ha sido un hito tanto personal como profesionalmente.
Lo que más motiva a Javiera en su rol como mentora es la posibilidad de inspirar a las nuevas generaciones a través de la divulgación científica. En Startres, junto a sus colegas, han creado contenidos educativos que han llegado a miles de estudiantes, especialmente durante la pandemia, cuando lazaron un taller de asteroides que alcanzó a más de mil estudiantes. La satisfacción de saber que su trabajo ha impactado a jóvenes estudiantes es un motor que la impulsa a seguir contribuyendo.
La posibilidad de encontrar vida microbiana en lugares como Europa, una luna de Júpiter, es algo que la entusiasma profundamente. Además destaca el creciente interés por la sostenibilidad en la exploración espacial, asegurándose de no repetir los errores que hemos cometido en la Tierra, como la contaminación y la basura espacial.
Aconseja a quienes comienzan su camino en la astronomía y ciencias espaciales que aprovechen los recursos disponibles hoy en día, algo que ella no tuvo en su juventud. Los/as jóvenes de ahora tienen acceso a herramientas, materiales y la posibilidad de hablar directamente con expertos, lo cual es invaluable. También recalca la importancia de la perseverancia, señalando que los fracasos son parte del proceso y que cada paso, incluso los tropiezos, es una oportunidad de aprendizaje.
Concluye su reflexión con una frase que representa su filosofía de vida: "Buscar inspiración en las personas que te rodean. Todos/as tienen algo que aportar, no necesariamente debe ser alguien famoso/a".

Docente
Catalina Urrejola
Catalina es una apasionada astrónoma y futura doctora en ciencias, cuyo motor siempre ha sido la curiosidad por el universo. Desde pequeña sintió fascinación por el cielo estrellado, y hoy canaliza esa admiración en su trabajo como docente en la Academia Into Space, donde inspira a nuevas generaciones a mirar más allá.
Con una sólida formación en astronomía y experiencia en investigación sobre galaxias y cúmulos estelares, Catalina no solo enseña: diseña actividades, orienta estudiantes y comparte el entusiasmo por la ciencia como un camino colectivo. Su participación en proyectos científicos internacionales (como los que lograron captar la primera imagen de un agujero negro) marcaron un antes y un después en su trayectoria, mostrándole el poder transformador de la colaboración.
Para Catalina, enseñar no es solo transmitir conocimientos, es formar pensadores críticos y perseverantes. Cree firmemente que el fracaso es parte del aprendizaje, y que la ciencia se nutre de la curiosidad constante. Su consejo: no rendirse, aprender de los errores y mantener siempre viva la pasión por descubrir.
Le emociona el futuro de la exploración espacial y las tecnologías emergentes como el telescopio James Webb o los planes para llegar a Marte. En sus palabras: "La curiosidad no tiene límites; el conocimiento solo crece cuando lo compartimos y lo aplicacmos para hacer un mundo mejor".

Docente
Antonia Fernández
Antonia es una apasionada astrónoma chilena con estudios de pregrado y maestría en la Universidad de Chile, y formación doctoral en Australia. Desde muy pequeña supo que su camino estaba entre las estrellas, luego de una visita inolvidable a un observatorio a los cuatro años. Hoy, con una destacada trayectoria académica, forma parte de la Academia Into Space como profesora, compartiendo su experiencia en cursos y actividades educativas.
Movida por su compromiso con la representación y la inclusión, Antonia busca demostrar que la astronomía no es solo para genios, sino para quienes se esfuerzan con perseverancia, especialmente mujeres y personas de escasos recursos. Cree firmemente en el pensamiento crítico, la curiosidad y la tolerancia a la frustración como herramientas clave para avanzar en la ciencia.
Inspirada por figuras como Jocelyn Bell y María Teresa Ruiz, Antonia continúa enseñando con la convicción de que "si quieres hacer algo y tienes mano, hazlo con miedo igual!. Su presencia en Into Space es un faro para nuevas generaciones que sueñan con explorar el cosmos.

Mentor
Emanuel Álvarez
Emanuel Álvarez es un apasionado de la ciencia y la enseñanza, un profesor de Matemáticas y Física que ha dedicado su vida a acercar el conocimiento a personas de todas las edades y rincones del mundo. Desde sus primeros pasos en una escuela técnica, supo que quería dedicarse a esta área, y hoy combina su experiencia docente con su rol como mentor en la Academia Into Space.
Con una sólida formación en Matemáticas, Física y una diplomatura en docencia, Alejandro no solo enseña contenidos, sino que también transmite valores fundamentales como el respeto, la amabilidad y el compromiso con el aprendizaje colectivo. En Into Space ha encontrado un espacio para crecer y conectar con estudiantes de distintos países, motivado por el impacto real que puede generar como educador.
Su mensaje es claro: la ciencia es para todos. Cree firmemente en el poder transformador de la educación y en el rol clave que jugará la exploración espacial en el futuro de la humanidad. Con entusiasmo y perseverancia, Alejandro inspira a cada estudiante a creer en su potencial y a no rendirse ante los desafíos, recordándoles que incluso los fracasos son oportunidades para aprender y avanzar.
Filosofía de vida: "La perseverancia es una virtud maravillosa que nos permite seguir adelante sin rendirnos":

Mentor
Víctor Jorquera
En la Academia Into Space, cada mentor aporta una historia única, y la de este docente no es la excepción. Licenciado en Astronomía por la Universidad de Concepción y con estudios de magíster en la Universidad del Bío Bío, ha complementado su formación con diplomados en áreas tan diversas como Dta Science, Ciberseguridad y Artes Disciplinarias. Pero su verdadero motor no son los títulos: es la pasión por compartir lo aprendido y hacer que la ciencia sea accesible para todos/as.
Fundador de la ONG-Liga de la Ciencia, ha llevado la astronomía a espacios no tradicionales, impulsando proyectos como astroturismo, astrofotografía y actividades científicas comunitarias. Su visión lo llevó a ganar en dos mil diecinueve el proyecto "Ideas con Ciencia", proponiendo instalar contenido científico en paraderos de buses, acercando el conocimiento a quienes no lo buscan activamente.
Aunque su camino en Into Space tuvo pausas, volvió con más fuerzas, guiado por deseos de aportar, motivar y romper con la visión limitada de la ciencia escalar. Cree en el trabajo colaborativo, en crear redes entre disciplinas y en sembrar la curiosidad científica desde la cercanía. "El conocimiento se comparte" no es solo una frase: es su filosofía de vida, una que transmite con generocidad y convicción a cada estudiante.

Docente
Fernando Izaurieta
Fernando es un físico teórico especializado en astrofísica, con foco en cosmología, ondas gravitacionales y agujeros negros. Con una sólida trayectoria académica que incluye una licenciatura, estudios en magíster, un doctorado y un postdoctorado, ha formado parte de equipos de investigación internacionales y ha trabajado en instituciones como la Universidad de Concepción y la Universidad San Sebastián.
Aunque no proviene del mundo de la pedagogía formal, Fernando tiene una habilidad innata para comunicar ciencia desde la curiosidad y la pasión. Ha dado charlas y participado en debates científicos, y lo que más lo motiva es compartir el placer de descubrir algo por uno mismo. Cree que esa sensación -la de entender algo profundo a partir de la propia exploración- es una de las más poderosas que puede vivir un ser humano.
Su motivación para unirse a Into Space surgió tras participar en el lanzamiento del planetario. Allí sintió una conexión inmediata con la comunidad: una red de personas que, como él, están movidas por la curiosidad y el deseo de explorar. Desde entonces, su propósito como mentor ha sido claro: transmitir que la ciencia no es solo una herramienta de conocimiento, sino también de humanidad.
Fernando también ve la educación como un proceso integral. Desde lecciones inesperadas en clases de música hasta epifanías físicas durante entrenamientos de kickboxing, cree que las experiencias aparentemente desconectadas son las que muchas veces abren las puertas del verdadero aprendizaje. Para él, formar mentes curiosas es una responsabilidad ética, sobre todo en un mundo que debe avanzar hacia la exploración espacial con conciencia ecológica y visión del futuro.
Su consejo para los estudiantes es directo: no basta con hacer lo mínimo, hay que entregarse con todo. El camino está lleno de errores, rechazos y fracasos, pero cada uno de ellos es parte fundamental del éxito. Y si algo es difícil, probablemente vale la pena.
Fernando lo resume así:
"Vean, exploren, vivan, sean valientes, tengan la osadía de preguntar cosas que nadie ha preguntado. Láncense a lo desconocido, atrévanse a ir más allá. Es lo más importante. La fortuna favorece a los audaces".

Mentor
Tomás Fuentes
Tomás Fuentes es un apasionado explorador del conocimiento y la enseñanza. Comenzó su camino académico en ingeniería civil mecánica, pero su verdadera vocación lo llevó a cambiarse a la astrofísica en dos mil veinte. Hoy, con una licenciatura en mano y actualmente cursando su doctorado, Tomás se ha convertido en un referente para quienes sueñan con mirar más allá de nuestro planeta.
En la Academia Into Space, Tomás no solo imparte clases, también actúa como un guía comprometido con el propósito de inspirar y formar nuevas generaciones de exploradores. Para él, ser mentor es una forma de devolver todo lo que ha aprendido y, sobre todo, de transmitir tranquilidad, conocimiento y dirección en medio de un universo de posibilidades,
Impulsado por la curiosidad y motivado por el apoyo de su madre y figuras académicas como Teresa Ruiz, Tomás ha enfrentado retos que lo han marcado, como defender su tesis en inglés, y ha aprendido que el éxito se construye sobre una cadena de fracasos enfrentados con perseverancia. "Un ganador no es distinto de un perdedor -dice-, solo que el perdedor no tuvo el ánimo para seguir".
Cree firmemente que la curiosidad es el motor de la ciencia y que el futuro está en manos de quienes se atrevan a hacer las preguntas difíciles. Le entusiasma la evolución de la inteligencia artificial, la exploración de Marte y los misterios de la energía oscura. Su mensaje para quienes comienzan: estudien, busquen buenos mentores y construyen redes de apoyo.
Con humildad y convicción, resume su filosofía de vida en una frase que lo define:
"Mientras más sabemos, más somos conscientes de lo que ignoramos":

Mentor
Juan Galaz
Juan Galaz es mentor en la Academia Into Space y un apasionado explorador del conocimiento. Estudiante de Informática y Ciencia de Datos con un enfoque en Astrofísica, ha dedicado sus años de formación a entender los misterios del universo con una mente inquisitiva y una vocación profunda por compartir lo aprendido.
Desde pequeño, la conexión entre un meteorito y los dinosaurios despertó en él una pasión por el espacio, que solo intensificó con su primer telescopio y el acceso a datos astronómicos. Inspirado por figuras como Carl Sagan y películas como Interestelar, hoy Juan guía a nuevas generaciones con la firme convicción que el conocimiento cobra sentido cuando se comparte.
En la academia, busca transmitir herramientas que impulsen la investigación autónoma, valorando la humildad y el pensamiento lógico como pilares del aprendizaje. Para él, los fracasos son parte esencial del camino, y sueña con un futuro donde la colaboración internacional y la tecnología de propulsión nos acerquen cada vez más al cosmos.
Su filosofía es clara y potente: "Siempre hay que vivir con una curiosidad radical, pues la única forma de avanzar es cuestionando todo lo que nos rodea".

Mentora
Josephina Cornejo
Josephina Cornejo es mentora en la Academia Into Space, donde se ha convertido en una fuente constante de inspiración para los/las estudiantes. Su pasión por el aprendizaje y la divulgación científica se refleja en cada encuentro, buscando no solo enseñar, sino también acompañar con empatía y compromiso a quienes comienzan su camino en el mundo del conocimiento espacial.
Actualmente estudia en la Universidad Andrés Bello y participa en un programa de intercambio con la Universidad de Chile. Desde pequeña, la fascinación por el cielo nocturno y el estímulo de su padre despertaron en ella un interés por el espacio que más tarde se transformaría en vocación gracias a un libro de astronomía chilena, Fue ahí cuando decidió que la física si era para ella.
Josephina valora profundamente la disciplina, la solidaridad y el pensamiento crítico, herramientas que considera esenciales para distinguir la ciencia real de la pseudociencia. Su objetivo como mentora es claro: motivar a los/las estudiantes a creer en sus sueños y a construir su historia a través del conocimiento.
Inspirada por figuras como Isaac Newton y Sophie Germain, se siente emocionada por el futuro de la exploración espacial, soñando con tecnologías que nos lleven a nuevos planetas y abran horizontes aún desconocidos. Para quienes trabajar en este campo, su consejo es directo y alentador: "Nunca dejen de soñar ni pierdan la fe en sus sueños".
Para Josephina, ser parte de Into Space es más que una labor educativa: es una forma de sembrar curiosidad, fomentar la perseverancia y contribuir activamente a una comunidad que cree en el poder transformador del conocimiento.

Mentora
Valeska Molina
Mentora pionera y referente en el campo de la astrobiología. Su historia no solo inspira, sino que también desafía las estructuras tradicionales del mundo científico.
Valeska es bioquímica de la Universidad Católica del Norte, magíster y doctora en astronomía por la Universidad de Antofagasta, con un diplomado en astrobiología. Su camino ha sido tan sólido como valiente: ha sido docente en distintas universidades, finalesta en el premio L'Oreal-UNESCO For Women in Science, y una de las cuarenta líderes jóvenes de Atacama. Además es la primera persona en Chile en obtener una mención formal en astrobiología, abriendo camino para futuras generaciones.
En Into Space, Valeska cumple un rol esencial como mentora, guiando a estudiantes -especialmente a mujeres- en su camino por las ciencias del espacio. Cree firmemente que ser mentora no es olo un rol, sino una responsabilidad: romper silencios, desafiar paradigmas y demostrar que la ciencia también es para quienes vienen de escuelas municipales, para quienes han sido excluídos/as, para quienes no encajan en los moldes tradicionales. "El silencio es parte del sistema y quedarse callada es contribuir a él", afirma con convicción.
Su interés por ele spacio nació en el desierto de Atacama, cuando descubrió microorganismos extremófilos que la conectaron con preguntas profundas sobre el origen de la vida y sobre el suyo propio. La astrobiología se convirtió en su refugio, su pasión y su plataforma para contar historias científicas con propósito. Inspirada por mujeres como Cristina y Gladys, Valeska entiende que la ciencia también es comunidad, divulgación y justicia territorial.
Hoy su motivación es clara: quiere que más jóvenes -especialmente nilas- sepan que sí se puede. Que no hay un solo camino y que no es necesario ser astronauta para investigar el cosmos. Que incluso los fracasos son parte del viaje, y que la perseverancia puede más que cualquier obstáculo.
Su filosofía de vida: levantarse cada día con ganas de vivir, con esperanza y con la certeza de que lo que hace tiene sentido.

Mentor
Guillermo Silva
Líder nato en ingeniería, ciencia y matemáticas. Su pasión por la robótica y su enfoque innovador lo han llevado a construir una carrera orientada al impacto social y educativo, guiada por una motivación poderosa: abrir puertas al conocimiento donde antes no las había.
Actualmente, se encuentra estudiando robótica y sistemas, con experiencia en diplomados técnicos en tecnologías de la información. Aunque no se ha especializado directamente en astronomía, su interés por la intersección entre ciencia y espacio lo ha llevado a colaborar con iniciativas STEM de difusión científica a nivel internacional. Ha sido mentor de equipos de robótica y fundador de su propia organización, con impacto en países como Perú, Ucrania, Estados Unidos y los Países Bajos.
Su historia personal es tan inspiradora como su trabajo: tras perder a un amigo que nunca tuvo acceso a la ciencia, decidió crear espacios donde otros sí pudieran llegar. Ese punto de inflexión cambió su vida por completo, transformándolo de alguien introvertido a un referente internacional en educación científica.
Ve su rol como una oportunidad de guiar a nuevas generaciones, transformar la curiosidad en innovación, y devolver al mundo parte de lo que le dio forma. Espera transmitir empoderamiento, autoconfianza y la pasión por seguir aprendiendo por cuenta propia. Cree que el conocimiento no tiene límites y que la exploración espacial es una herramienta poderosa para resolver problemas en la Tierra.
Su mayor inspiración es el astronauta José Hernández, cuya historia de perseverancia lo marcó profundamente. Para Guillermo, ser mentor significa ser un puente entre el potencial de los estudiantes y el futuro que pueden construir.
A quienes sueñan con el espacio, les dice: no dejen de creer. La ciencia es un campo para valientes. Y si hay algo que lo motiva día a día es el deseo de desafiar límites y contribuir a un mundo mejor, donde soñar no sea un privilegio, sino un punto de partida.

Mentor
Hernán Araya
Apasionado explorador del cosmos y de las preguntas profundas que nacen al mirar las estrellas.
Se describe como un adulto curioso, contacto con las motivaciones de su infancia, actualmente desarrollando una tesis en filosofía enfocada en la educación astronómica. ¿Su pregunta de investigación? Cómo la enseñanza de la astronomía mejora el conocimiento en niños y niñas. Una pregunta tan bella como necesaria.
Desde dos mil diecinueve ha impartido clases en un programa de la Universidad Católica de Valparaíso, donde trabaja con estudiantes neurodivergentes y niños y niñas llenos de preguntas. También ha llevado la astronomía a adultos mayores y a entornos no formales, haciendo de cada espacio una oportunidad para compartir la maravilla del universo.
Su vínculo con Into Space nació hace casi un año, en una inauguración donde conoció a la fundadora. Desde entonces, impartió cursos de filosofía y astronomía, y se ha mantenido como un voluntario comprometido, siempre dispuesto a contribuir. Llegó en un momento personal difícil, tras la pérdida de su hermano, y encontró en esta comunidad liderada por jóvenes mujeres un espacio sanador y profundamente inspirador.
No solo es administrador público de formación, sino también un divulgador con historia: en dos mil doce, luego de terminar su carrera, fue invitado a un curso de liderazgo que lo llevó a un observatorio. Al mirar Saturno por primera vez a través de un telescopio, algo cambió: "La astronomía nos pone en perspectiva", nos dice. "Nos muestra lo pequeños que somos":
Ese sentido de pequeñez cósmica lo acompaña en su filosofía educativa: enseñar que la astronomía no es solo datos y estadísticas, sino también respeto por lo que está más allá. Él propone mirar el universo como un bosque: no para conquistarlo, sino para maravillarse y aprender a decir "no sé, qué curioso".
Inspirado por figuras como Carl Sagan e Isaac Asimov, y motivado por la necesidad urgente de fomentar la curiosidad en los jóvenes, ve en la ciencia un proyecto colectivo, una comunidad que puede lograr cosas extraordinarias si colabora. Su mensaje para quienes se inician en este camino es claro: "No pierdan su autenticidad. Disfruten el aprendizaje y valoren cada experiencia".
Habla con sinceridad sobre los fracasos y los retos: para él, la clave está en establecer objetivos sin perder de vista el presente. Cree en la amabilidad con uno mismo, en el equilibro y en el disfrute del proceso. Su consejo para los estudiantes de la academia es sencillo y poderoso: "Aprendan sin miedo":
Mira con esperanza el futuro de la exploración espacial. Sueña con un enfoque más sostenible, que no olvide la responsabilidad de limpiar la basura espacial antes de ir más allá. En su visión, la ciencia no está divorciada de la ética: son dos caras del mismo viaje.
Cuando le pedimos resumir su filosofía de vida en una frase, nos regala una que parece escrita en las estrellas: "Todos provenimos del mismo lugar, por lo que estamos conectados de una manera más profunda de lo que imaginamos. Mirar el cielo nos recuerda que somos más hermanos/as de lo que creemos".
Un mentor que nos invita a mirar hacia arriba pero también hacia adentro.

Mentor
Cristián Irribarra
Apasionado astrofísico, amante de la tecnología, la inteligencia artificial y firme creyente de que la ciencia es el motor que impulsa a las sociedades hacia el progreso real.
Desde la Potencia Universidad Católica, donde se tituló en dos mil dieciocho como astrofísico, ha recorrido un camino fascinante entre la investigación científica y el trabajo en la industria, actualmente desde el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA). Allí su labor se entrelaza con proyectos de ciencia de datos e inteligencia artificial aplicada a la industria y a la astronomía, trabajando en sistemas que analizan datos astronómicos captados por telescopios de última generación.
Tiene una visión ética profundamente crítica y constructiva del impacto de la inteligencia artificial en la sociedad. Cree en la importancia de repensar cómo almacenamos, interpretamos y usamos los datos en el mundo digital. Nos habla de sesgos, propiedad intelectual y del rol urgente de la filosofía y las ciencias sociales en el desarrollo tecnológico. Colabora con figuras influyentes como Gabriela Arriagada, una voz potente en la ética de la IA, y nos hace un llamado claro: necesitamos más mentes pensantes cuestionando el rumbo que tomamos como humanidad tecnológica.
Lideró clases sobre procesamiento de imágenes astronómicas y setups técnicos para laboratorios, aportando no solo su conocimiento, sino una convicción inquenbrantable sobre el valor de enseñar. Para él, ser mentor no es un título, es un acto de respeto por quienes vinieron antes, fue su primera inspiración y por quienes vendrán después. "Enseñar es valioso, es bello", nos dice con claridad.
No lo mueve el ego, sino la posibilidad de dejar encendida una chispa. Sabe que muchas veces la educación científica está plagada por obstáculos, sobre todo para las mujeres y para quienes no nacen con privilegios. Denuncia con firmeza la precariedad de la ciencia en Chile y cómo muchos talentos se ven obligados a migrar a la industria para sobrevivir económicamente. Él mismo lo vivió. Sin embargo, nunca dejó de construir puentes entre el conocimiento y la vocación.
Uno de los momentos clave de su carrera fue cuando decidió tomar el ramo de inteligencia artificial en astronomía, aunque no cumplía con los requisitos previos. "Apenas lo pasé", confiesa, pero fue suficiente para enamorarse de ese mundo. En vez de rendirse ante los ramos reprobados, usó ese tiempo para trabajar con un profesor en San Pedro de Atacama, donde conoció investigadores de todo el mundo. Esa experiencia, dice, fue un antes y un después.
Desde entonces, su misión como mentor es clara: inspirar desde la honestidad, desde el error, desde la lucha real. Enseñar que descubrir por uno mismo, como en un videojuego complejo, tiene un poder transformador que ninguna clase teórica puede igualar. Quiere que sus estudiantes aprendan a "entender la física como cuando el papel caliente te corta más que uno frío". Enseña a pensar. no a memorizar.
También es defensor activo de la participación femenina en las áreas STEM. Critica abiertamente cómo la sociedad impone roles que alejan a las mujeres de carreras científicas, como la idea de que la maternidad es incompatible con la vida académica. Afirma que, si no incorporamos esas mentes, estamos desperdiciando la mitad del potencial intelectual del planeta.
Fue mentor en Tecnovation, un proyecto que considera "fabuloso", y sigue siendo un impulsor incansable de una ciencia más inclusiva, empática y ligada al bienestar de la sociedad.




